domingo, 26 de octubre de 2014

Por la City con Olga Salar y Noelia Amarillo


Olga Salar y Noelia Amarillo
Ayer fue un día intenso y muy divertido. Por la mañana, junto a mi buena amiga Laura Caballero, fuimos a la estación a recoger a las escritoras Olga Salar y a Noelia Amarillo que venían a Barcelona. 

En la estación se nos unieron también Mari y Toñi Diaz, Diana Muñoz y Sara Ivorra. Las 8, después de tomar un café en la estación y cotillear un poco, nos fuimos a la sede de la Editorial Versátil. Debo decir que Eva Olaya nos trató genial, pues hasta un piscolabis nos tenía preparado, además de unos regalitos ¡Gracias Guapa!


Noelia Amarillo
Olga Salar
En la Editorial Versátil
Allí Olga Salar nos hablo tranquilamente de su libro "He Soñado Contigo", además nos lo dedicó a las que lo compramos y Versátil nos regaló a todas las preciosas bolsas con algunos detallitos dentro. Y ¡¡¡Siiiii me acordé de vosotros y pedí una extra para sortearla!!! ainsss... Además nos aprovechamos que estaba Noelia Amarillo para que también nos firmara los ejemplares de su novela "Amanecer Contigo"

Debo decir que el momentazo de risas fue cuando primero las puertas de cristal para entrar a la planta de la editorial y luego las puertas del ascensor parecían estar poseidas y se habrían  y cerraban a voluntad dejando a unas dentro y otras fuera... 

Más tarde acompañámos a las dos autoras a la puerta del restaurante donde habían quedado a comer con más gente. Nosotras fuimos a comer a otro lado y lo pasamos realmente bien. Después fuimos a acompañar a Toñi y Mari, pues ellas sí iban a las presentaciones de Olga y Noelia. Allí, en la puerta de la librería, pudimos saludar a muchas y buenas amigas, otras pasaron tan rápido que no dio tiempo, o quizá no nos vieron, pero las que sí se pararon a saludar se llevaron un achuchon... Me gustó mucho saludar a por ejemplo a Patricia Shutherland, a Ana R. Vivo, Regina Román o Mar Carrión, pues al ser de lejos hacía tiempo que no las veía. Luego, Laura, Diana y yo, que no entrabamos al B'Radic, nos quedamos fuera tomando café esperando que salieran las amigas con las que quedamos para ir a merendar.
¡Divinassss!

En un interlúdio del evento salieron muchas a saludarnos, y así pude conocer personalmente a Halle Grosso, autor que vino expresamente desde Cádiz y que es encantador, a la guapísima Dama Beltrán, que también vino desde Granada, y que me dio un achuchón increible ¡guapaaaa! o a Caroline March. También saludé a mi querida D.W. Nichols, a las chicas de Locas por la Lectura, a Pepa Fraile, a Feli, del blog Vomitando Mariposas Muertas, y muchas amigas más... 
¡¡De Meriendaaa!!
Después a tocaba ir a merendar con Olga Salar, Connie Jett, Loles López, Jud Baltimore, Carla Crespo y más amigas... en definitiva ¡¡Un día genial!! Gracias a todas...




jueves, 23 de octubre de 2014

Lis Haley nos presenta "Una lección Inconfesable"


Valeria Richardson se encuentra más a sus anchas con la espada y luchando en los establos con su amigo Ralph que en las fiestas de la alta sociedad londinense a las que debería asistir. Después de todo, piensa la belicosa Val, fue en una fiesta así en la que su hermana conoció al hombre que dejó su reputación por los suelos, el detestable vizconde de Chester, tras lo cual Val había jurado vengarse y odiarlo para siempre. 

Sin embargo, obligada por su tía a quitarse el atuendo varonil y vestirse como una dama para presentarse en sociedad, quedará a merced del vizconde, que tiene planes para esa bella y desinhibida guerrera de cabellos de fuego. Los acontecimientos se precipitan, los secretos se suceden, la sed de venganza de Val es infinita… 

¿Pero cuánto tiempo puede la apasionada Val ignorar los mandatos de su cuerpo y su corazón? ¿Y qué hacer cuando nada a su alrededor es lo que parece? ¿Será algo que pueda resolver con su espada y su valor, o se trata acaso de la más peligrosa prueba de todas?


El 16 de octubre Lis Haley nos presentó su nueva novela "Una Lección Inconfesable" que sale de la mano de HQN en formato digital de momento, espero que pronto esté en papel ¡lo quieroooo! y es que tiene una pinta fantástica. Quien me conoce sabe que mi debilidad es la historica de Regencia ¡estoy deseando leerlaaa! pero dejemos que sea Lis quien nos hable de esta nueva aventura...

¿Qué nos vamos a encontrar al leer Una Lección Inconfesable?

Una historia muy romántica con grandes dosis de pasión y ternura. Aventuras, traiciones y alguna que otra sorpresa.

¿Supongo que la documentación habrá sido importante en esta novela?

Cuando se pretende escribir una novela histórica, ya sea romántica o de cualquier otro género, es importantísimo que esté bien documentada y la ambientación sea la correcta. Eso ayuda al lector a situarse en el momento histórico en el que se desarrolla la historia. Además, me encanta compartir datos interesantes con los lectores. Si bien, en Una lección inconfesable predominan la historia de los protagonistas, la acción y otras muchas cosas.

¿A qué tipo de lectores va dirigida?

A toda lectora o lector (que también los hay) que deseen disfrutar de una historia escrita con el propósito de entretener y hacer pasar un buen rato. Y por qué no, arrancar algún que otro suspiro.

Nos presentas a los personajes.

Siempre se me ha dado mal poner rostros conocidos a mis personajes, así que por esta vez dejaré que sean los lectores quienes se los otorguen.

De Valeria puedo deciros que es una mujer bastante peculiar y muy especial; un personaje completamente atípico que, por hechos ocurridos en el pasado, ha decidido vivir alejada de la sociedad y dirigir su propio destino.

El Vizconde de Chester es un hombre inteligente, carismático, decidido y algo soberbio, que goza de cierto éxito en los negocios y las mujeres, pero que padece una profunda alergia al matrimonio; un trastorno que olvidará cuando conozca a la dama menos indicada del mundo para tal fin. Sin embargo, cuando algo se le mete en la cabeza…, es capaz de los actos más impensables para lograrlo.

¿Cómo definirías la historia de amor de los protagonistas?

Es como un barril de pólvora en mitad de una fábrica de cerrillas: a la menor chispa estalla. Aunque también es apasionada y llena de ternura.

Una escena para abrir boca…

—Y dígame, lord Bradford… —comenzó a decir Margaret Clayton, abriendo el abanico con un solo y diestro movimiento de su muñeca—. He oído decir, milord, que tiene la intención de comprometerse durante esta temporada.
¡Vaya con Milady!, pensó Owen, obligando a su boca a curvarse en una sonrisa educada. Era indiscutible que a lady Clayton no le gustaba andarse por las ramas. Él era un hombre demasiado rico, y por tanto un buen partido, como para que lady Clayton desaprovechara la ocasión de poner todas las cartas sobre la mesa.
Lord Bradford apretó los dientes, disponiéndose a responder, cuando repentinamente Gregory lo hizo por él.
—Así es, Milady. Mi querido hermano ha resuelto encontrar una esposa antes de que concluya la primavera. Si todo va bien, se comprometerá en breve.
—¡Eso es maravilloso! —la dama miró a Owen sin pestañear, y comenzó a echarse aire enérgicamente con el abanico, evidentemente alterada—. ¿Y podemos saber si alguna muchacha acapara ya su atención, milord?
Seguidamente, lady Clayton soltó una nerviosa risita.
Owen alzó una ceja al advertir que madre e hija lo observaban con impaciencia, aguardando su respuesta. Sin embargo, él parecía haberse quedado mudo, incapaz de articular palabra. Comprimió y extendió los puños un par de veces, tratando de desentumecer sus manos. Carraspeó y forzó nuevamente una educada sonrisa antes de hablar.
Abrió la boca, pero en el instante en que la vio, la cerró de nuevo.
Era increíble que no hubiese reparado antes en la joven pelirroja que danzaba con otro caballero, apenas a dos metros de distancia de donde ellos estaban. Parecía una muñeca de grandes ojos grises, piel nacarada y ensortijados cabellos color caoba. Delicada, pero al mismo tiempo bella y perturbadora. Había algo en ella que lo impulsaba a mirarla, a no apartar la vista de la grácil silueta de su cintura, o del bello contorno de sus hombros; de la nariz pequeña y angosta; de los labios sugerentes y plenos.
—¿Owen? —lo llamó Gregory, haciéndolo retornar a la realidad.
—¿Sí? —respondió, sin apartar los ojos de la desconocida.
Gregory se aclaró la garganta.
—Milady te ha hecho una pregunta.
—Oh, sí, la pregunta…—respondió el vizconde de manera distraída—. Sí, Milady, presumo que acabo de descubrir a la dama indicada.
Margaret Clayton, deduciendo erróneamente que lord Bradford hablaba de su encantadora hija, irguió la espalda sin poder evitar que su pecho se hinchase como el de un pavo, y en su rostro se dibujó una esplendida sonrisa, que desapareció un segundo después, cuando el vizconde pasó junto a ellas sin tan siquiera mirarlas.
Consternadas, ambas miraron hacia Gregory.

Gracias al blog “Regálame romántica”, y a su administradora, Yolanda, por esta entrevista. Y gracias a todas las lectoras y lectores por su apoyo a la novela romántica y a sus autores.
Un abrazo fortísimo.




¡Feliz Lectura!

sábado, 18 de octubre de 2014

Olivia Ardey nos presenta "Delicias y Secretos en Manhattan"



Boston, 1919. Laura McKerrigan-Montero conoce el destino de cualquier chica de su posición: casarse con un buen partido que convenga al negocio familiar. 
Pero Laura tiene un sueño: aprender alta repostería con el afamado maître pâtissier del hotel Taormina. Y, con la excusa de estudiar francés, convence a su severo padre para que le permita residir en Nueva York durante tres meses.

Convertida en Laura Kerry, viaja a la ciudad de la libertad; la misma donde un desconocido la volvió loca con sus besos. Laura no imagina que, en ese Manhattan divertido y fascinante, volverá a encontrarse con él. Aunque ahora ella es una camarera y descubre que ese hombre irresistible es Kenneth Callahan… su jefe. 

La inminente Ley Seca llevará al hotel desconfianza, peligros y amenazas. Entre los empleados se esconde un traidor y todas las sospechas recaen en Laura. La mujer por la que Kenneth estaba dispuesto a marcharse de Manhattan y dejarlo todo.


Datos del Libro                                                   
Título: Delicias y Secretos en Manhattan
Autora: Olivia Ardey
Editorial: Versátil
ISBN: 9788494225710
Fecha de Publicación: 6 de octubre de 2014
Género: Romántica histórica
Formato: Rústica 13,5 x 23 cm. 
Páginas: 396
Precio: 17,90€

Blog de Olivia Ardey: Olivia Ardey Blog


El 1 de julio Versátil Ediciones nos presentó la nueva reedición en ebook de el libro "Delicias y Secretos en Manhattan" de Olivia Ardey ¡¡Y ahora, en octubre, porfin lo han reeditado en papel!! con una nueva y preciosa portada. Además arriba podéis ver el precioso y fantástico booktrailer hecho por la autora, ¡me encanta! viéndolo, y habiendo leído el libro, pienso que esta novela sería una película o serie ideal.

Olivia nos ambienta su novela en el Nueva York de 1919, durante el periodo de la ley seca. Es una trama intensa, excelentemente ambientada, con muchos personajes maravillosos y dos historias de amor paralelas que te atraparan. Si todavía no la has leído esta es tu oportunidad, es una novela que no olvidarás. ¡No te la pierdas! Solo una cosita ¡Adoro a Phillip! y si pudiera ser un personaje en esta historia me pedía ser Stella sin duda... ainsss. 

¿Olivia que nos vamos a encontrar en esta novela?

Viaja a la Nueva York de 1919 y piérdete en el bullicio de sus calles, donde suenan muchas lenguas y en el aire se respiran aromas de Italia, China, Irlanda, España, Escocia, Grecia... Acompaña a Laura McKerrigan, una chica de Boston con sangre escocesa y española, dispuesta a perseguir su sueño de triunfar en las cocinas de los grandes chefs, territorio exclusivo para hombres. Disfruta de su historia de amor con Kenneth Callahan, un irlandés leal y apasionado que te enamorará.

Descubre a esas mujeres que se quitaron el corsé para trabajar fuera de casa, el auge de la comida rápida, los primeros automóviles, el fox, el jazz, el coraje de los veteranos de la Gran Guerra que regresaron dispuestos a reemprender sus vidas sin mirar atrás. Ríndete a los encantos de Phillip y su pasión por Stella. Diviértete con el trío de abuelitas de Little Italy. Entra en el hotel Taormina y te sentirás en el corazón de esa Manhattan deliciosa; como si Miss Liberty, brazo en alto, acabara de darte la bienvenida. Siente la nostalgia y la alegría de los miles de hombres y mujeres valientes que emprendieron un viaje sin retorno hacia esa nueva tierra de promesas en busca de una vida mejor.

¿Supongo que la documentación habrá supuesto un desafío importante en esta novela?

Mucho. Aunque me apasiona investigar, no sólo los hechos históricos, sino también y especialmente las costumbres cotidianas del pasado. La fase documental me ocupa más meses que escribir la novela en sí. Fíjate si terminé abrumada que, después de "Delicias y Secretos en Manhattan", decidí durante un tiempo escribir romántica contemporánea a modo de descanso mental. La documentación en las novelas actuales es mucho más llevadera, no hay que comprobar cada palabra que escribes.

La parte positiva es que la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos posee unos magníficos fondos on line y eso me facilitó mucho el trabajo. Todo el esfuerzo que me supuso luego me ha dado muchas alegrías. La mayor de ellas, cuando tuve la suerte de visitar Nueva York un año después de publicar el libro y comprobé de primera mano que cada calle, cada local, existían de verdad en el emplazamiento que yo había recreado sólo con la ayuda de fotografías antiguas y mapas de la época.


¿A qué tipo de lectores va dirigida?

A todo aquel lector que abre un libro dispuesto a disfrutar de un viaje en la máquina del tiempo. A los enamorados de Nueva York y de los años 20. A las lectoras apasionadas de las historias muy románticas, divertidas y con un inolvidable final feliz.

¿Nos presentas a los personajes?

Kenneth Callahan es un puro irlandés de Nueva York, ama su Manhattan plena de promesas y llena de rincones secretos. Es un veterano de la I Guerra Mundial que como todos los que tuvieron la suerte de regresar vivos del frente, tuvo que retomar su vida con tesón y valentía. Junto a su padre, es el alma y motor del hotel Taormina. Leal, honesto, sensato, prudente, cerebral y en ese momento de su vida lo último que quiere es una mujer que le complique más la vida de lo que ya la tiene por culpa del trabajo abrumador como director. En cuanto a su físico, sexy, guapo, rubio, alto, serio… Irresistible. 

Laura McKerrygan-Montero es una chica de clase alta de Boston. Con ascendencia escocesa y un cuarto de sangre gitana andaluza que se le nota en el físico. Una luchadora de la época, que no se resigna al futuro que le espera y escapa a Nueva York para cumplir su sueño de convertirse en una gran repostera, oficio elitista que en esa época era exclusivo de hombres. Es decidida y valiente, pero tiene también sus miedos y dudas.

¿Cómo definirías la historia de amor de los protagonistas?

Una lucha de voluntades, en la que se verán obligados los dos a poner en la balanza qué pesa más, ¿la propia felicidad o la lealtad a los suyos? Una pasión que echa chispas desde las primeras páginas y que, a pesar de las dificultades y la diferencia social, acaba convirtiéndose en un amor con letras mayúsculas.

En la novela hay dos historias de amor importantes, ¿qué nos puedes contar?

En realidad hay cuatro. Son cuatro parejas que muestran las distintas etapas del amor. Pero la pareja secundaria que tantos corazones lectores ha enamorado es la que forman Phillip Taviani y Stella Thompson. Él es el dueño del hotel Taormina y mejor amigo, el hermano que nunca tuvo Kenneht. Ambos lucharon juntos en Europa y Phillip salió peor parado. Cuando su existencia ha perdido todo aliciente, tropieza con Stella, una bibliotecaria del hospital que lo trata sin compasión, que se enamora perdidamente de él y con un carácter que pondrá su vida del revés. Son una pareja que adoro porque, además de divertidos, ardientes y aficionados a discutir, representan la superación y me invitan a creer que el amor supera cualquier obstáculo, por difícil que nos lo ponga la vida.

Un par de escenas para abrir boca... 

Laura lo miró con interés antes de atreverse a preguntar.
—Y tú, ¿piensas tener hijos?
—¿Yo? Ni en sueños —dijo, extrañamente contento al ver de repente sus ojos tristes—. ¡Qué dolor! Espero encontrar a una chica dispuesta a tenerlos por mí.
Laura lo sacudió por los hombros mientras él se desternillaba de risa.
—No te conocía ese lado bromista.
—Sólo bromeo cuando soy feliz —confesó en voz baja—, y ahora lo soy.
Laura le rodeó el cuello y se acercó a sus labios. Kenneth entreabrió la boca, pero antes de que se materializara el beso maldijo por lo bajo al llegar un nuevo visitante. Aquello parecía la Estación Central en hora punta. 
—¡Lauri! —exclamó Satur que salía con un cubo de basura.
—¿No tienes trabajo Marchena? —le espetó Kenneth sin despegar los ojos de Laura. 
—Hemm…, sí.
El muchacho dio media vuelta y, cubo en ristre, huyó como una liebre. 
—Parece que te fascinan las cosas pequeñas —insinuó Kenneth—. Miniaturas dulces, perro diminuto y, por lo que veo, tienes una fijación con los hombres que no te llegan ni a la altura del hombro.
—¿Lo dices por Caruso y Satur? —Él asintió—. No he escuchado nada más absurdo en mi vida.
—Eres mucha mujer para ese tipo de hombres. Acabarías comiéndotelos de un bocado.
—Ten cuidado no acabe comiéndote a ti.
—Lo estoy deseando —la provocó con sensualidad.
Ella bajó la vista un segundo. Después volvió a mirarlo con innegable timidez.
—En realidad no sabría ni por dónde empezar —se sinceró.
Kenneth le entreabrió los labios con el pulgar. Con los suyos tironeó de su labio inferior, saboreándolo. Qué deliciosa resultaba. Se perdió en su mirada ardiente pero llena de inocencia, de mujer que esconde deseos secretos no complacidos. La acarició con la punta de la lengua. Sería él y no otro quien la iniciara en el placer. Se dejaría devorar y luego se alimentaría de ella en el sensual banquete de los juegos prohibidos. La inclinó hacia atrás exigiendo que le ofreciera mucho más. 
Pero estaba visto que no era su día. Una nueva interrupción lo obligó a enderezar la cabeza de golpe. Laura trató de apartarse pero Kenneth no cedió.  
Salieron las señoras y, en un alarde de discreción, al pasar por su lado fingieron no reparar en la pareja. Pero Flora era incapaz de tener la lengua quieta.
—¡Ah, quién pudiera! —suspiró al pasar junto a ellos, rememorando tiempos mejores—. Disfrutad ahora que sois jóvenes. Pero no olvides una cosa, pequeña: cuando los hombres te dicen «vamos, nena, sólo un beso…» ¡mienten!
Las dos amigas apretaron el paso riendo entre dientes.
—¿Tú que opinas? —preguntó Kenneth, señalándolas con la cabeza. 
—Dímelo tú. ¿Puedo fiarme de ti? —aventuró Laura con seductora ingenuidad. 
La sonrisa de ángel descarriado que dibujó su boca antes de besarla le dio la repuesta.
Él escuchó su cadencioso taconeo mientras se alejaba, audible en medio del murmullo de conversaciones. Por el silencio que reinó entre ambos, supo que Johnson no quitaba la vista de encima a Stella.
—¿Qué aspecto tiene? —indagó apremiante.
—A la moda pero sin pasarse de la raya —comentó el recepcionista mirándola con interés—. Luce bien la ropa. Usa botines de tacón y un abrigo verde con puños y cuello de astracán.
—Me refiero a lo de dentro —aclaró Phillip con sonrisa felina.
—Me recuerda a Mary Pickford en Pobre niña rica —suspiró soñador.
—Explícate mejor —el ejemplo no era de gran ayuda—. Necesito más datos —añadió haciendo un gesto elocuente con ambas manos.
—Alta.
—Eso ya lo sé —se impacientó Phillip.
—Melena corta de rizos rubios y un rostro precioso. 
Phillip tragó en seco. Aquella descripción no se parecía en nada a la Stella que él tenía en mente, de moño en el cogote y aspecto ratonil. 
—Sigue —pidió.
Ella ya se había marchado, así que Johnson rememoró su figura con aire apreciativo. No, no era de esas jovencitas locas que seguían la irritante moda de ocultar su cuerpo bajo fajas elásticas que las dejaban como un cilindro y planas como tablas.
—Y unas curvas… ¡qué curvas! —detalló con un matiz goloso—. ¿Te acuerdas de aquellas postales patrióticas?
En el frente de Francia corrían de mano en mano unas tarjetas postales con imágenes de bellas señoritas desnudas retratadas en eróticas posturas, que se distribuyeron con el loable y patriótico fin de elevar la moral a los soldados. Y ¡vaya si lo lograron!
No, Phillip no las había olvidado. Y la comparación de Johnson lo irritó sobremanera.
—No es necesario que te recrees, no sé si me explico —dijo con clara voz de advertencia.

Además Olivia nos ha contado, extraoficialmente, que ya está metida en escribir la historia de Helen McKerrygan-Montero, hermana de Laura, donde podremos seguir al tanto de estos fantásticos personajes y que será publicada de la mano de Versátil... ayyy que ganas de saber más... habrá que esperar de momento...

Pero por lo pronto este ya lo puedes comprar en tu librería habitual, también en Amazon, en Versátil Editoria y demás plataformas

¡Feliz Lectura!




martes, 14 de octubre de 2014

Opina Isabel Keats: Erotismo, ¿hablamos de lo mismo?


EROTISMO, ¿HABLAMOS DE LO MISMO?



  Y perdonad el pareado. Llevo tiempo dándole vueltas a esta entrada y, quizá, la noticia de que una conocida página web dedicada a la romántica ha decidido negarse a subir novedades editoriales que consideren «erótica a secas» ni reseñas de las mismas es lo que me ha decidido a escribirla, por fin. Yo, ante todo, soy partidaria de la libertad: de la libertad del RNR de hablar en su web de lo que les apetezca, de la libertad de los autores de escribir lo que quieren, de las editoriales de publicar lo que consideran que vende más y de l@s lector@s de leer lo que les dé la gana. A partir de ahí, creo que va a resultar difícil trazar los límites entre romántica-erótica y erótica a secas.

  Confieso que no soy lectora habitual de este tipo de literatura, pero hace unos días leí Everything Forbidden de Jess Michaels, una novela de regencia clasificada como erótica (en España casi seguro que la considerarían romántica sin más), y me asaltó una duda existencial: ¿no nos estamos equivocando de debate? ¿No deberíamos preguntarnos, tal vez, si está bien definida la novela erótica como erótica? A lo mejor deberíamos hablar, simplemente, de novelas con mucho sexo y todo quedaría más claro. 

  No voy a entrar en si una jovencita soltera y virgen ― una época, principios del s.XIX, en la que no podían salir si no iban debidamente acompañadas por una carabina, y donde cualquier mancha en la reputación suponía una condena al ostracismo social, cuando no eran encerradas de por vida en el interior de sus hogares―, puede acudir sola a la mansión (una mansión, para más inri, en la que hay dos criados por metro cuadrado) de un hombre soltero y perder su virginidad en coma dos segundos en el sofá del salón. Está bien, pongamos que me lo creo, pero no, no es eso lo que me interesa; lo que en realidad quiero saber es:

¿Qué significa erotismo?

Según el DRAE:

1. m. Amor sensual.
2. m. Carácter de lo que excita el amor sensual.
3. m. Exaltación del amor físico en el arte.

Así que decido buscar también:

1. adj. Perteneciente o relativo a las sensaciones de los sentidos.
2. adj. Se dice de los gustos y deleites de los sentidos, de las cosas que los incitan o satisfacen y de las personas aficionadas a ellos.
3. adj. Perteneciente o relativo al deseo sexual.

  Y me digo que, tal y como pensaba, aunque, como indica la tercera definición, puede referirse a ello, erotismo no es solo lo relativo al deseo sexual, sino que va más allá y engloba a todos los demás sentidos.

  En el libro al que me he referido antes, y hablo de este como podría referirme a otros muchos, había un montón de escenas de alto contenido sexual (tantas, que acabé pasando páginas para seguir con el resto de la historia), pero ¿de verdad estamos hablando de escenas eróticas?

  Yo creo que una combinación de notas musicales, un bocado de algo exquisito, un aroma que te llega de pronto... pueden convertirse en algo realmente erótico. Entonces, ¿por qué en la literatura hemos reducido lo erótico a lo simplemente genital? ¿Por qué no dejamos más espacio a la imaginación; al órgano sexual por excelencia: el cerebro?

  En muchas de esas escenas, además de un lenguaje casi científico ―clítoris, vagina, pene, glande―, cuando no directamente vulgar ―polla y derivados―, podemos apreciar hasta lo imposible el grado de apertura, humedad, tamaño, grosor, de vellosidad o no de los órganos reproductivos, masculinos y femeninos, mientras los protagonistas se contorsionan en todo tipo de posturas más o menos acrobáticas. En resumen, son como primeros planos de una peli porno.

  Y en ese momento me vienen a la cabeza escenas como la de la película Orgullo y prejuicio de Joe Wright ―cuando Mr. Darcy ayuda a Elisabeth a subirse a la carroza y mientras se aleja hay un primer plano de su mano, que se abre y se cierra como si le hubiera dado un calambre― que me hizo recurrir al abanico; o aquella otra de El Piano de Jane Campion ―George Baines (Harvey Keitel) descubre un agujero en la media de Ada (Holly Hunter) y mete su dedo en él―, que me puso cardiaca. 


  En ambos casos, se trata de una simple sugerencia o esbozo de algo que hace que te suban las pulsaciones de cero a cien en un nanosegundo, y es entonces cuando me digo:


¡Señores, eso sí que es erotismo!

Isabel Keats

viernes, 10 de octubre de 2014

Jud Baltimore nos presenta "Atrapada en la Realidad"



Carla es una joven madre soltera que emigra a España con sus padres, aunque por cuestiones laborales acaba trabajando y viviendo en Canadá, país en el cual conocerá el amor y la felicidad, pero también, las desdichas. 

Sean, un profesor de teatro convertido en representante de una estrella emergente del celuloide a quien el amor lo llevará a cometer los actos más bondadosos.

Rick, un joven y exitoso actor de Hollywood que verá como su carrera corre peligro por enamorarse más de la cuenta. Un hombre dulce y romántica que perderá la cabeza por el amor de su vida.

Una historia de amor idílica e imposible, donde nadie es quien parece ser y el amor se puede convertir en el sentimiento más horrendo. ¿Cómo acabará? ¿Podrá cada uno encontrar su camino a la felicidad?


Datos del Libro

Título: Atrapada en la Realidad
Autora: Jud Baltimore
Editorial: Gramnexo
ISBN: 9788494318023
Fecha de Publicación: 25 de octubre 2014
Género: Romántica Contemporánea
Formato: Rústica 14,5 x 20,8
Páginas: 180
Precio: 9,95 €


Esta semana sale publicado el nuevo trabajo de Jud Baltimore "Atrapada en la Realidad", que igual que su anterior proyecto lo hace de la mano de la editorial Gramnexo. Dejemos que la autora nos hable de esta nueva aventura...

¿Qué vamos a encontrar en tu novela?

En mi novela os vais a encontrar una historia completamente diferente a mi anterior libro. Mezclo el amor con la intriga. Unos personajes más desarrollados con personalidades más trabajadas.

¿A qué tipo de lector va dirigido?

Una pregunta complicada. Esta novela en particular, la escribí pensando en mi marido y en lectores como él; gente a la que no le gusta una historia que sea previsible y ya sepas como va a acabar.

Me presentas a tus personajes.

Sean es el hombre ideal. Atento, dulce, con una presencia muy masculina y formal. Siempre bien vestido y peinado. 

Carla es una chica que fue madre joven, soltera y lejos de su país de origen. Una luchadora, que no deja nunca de remar para conseguir sus sueños. 

Y luego está Rick, uffff. Me basé en Robert Pattinson para crearlo, quien me conoce sabe lo muuuucho que me gusta. Rick es un actor joven, se viste de manera informal, desaliñada y vive a su bola. Es un dulce de leche. Lo siento, pero estoy enamorada de ese chico ;) 


¿Qué tipo de relación de amor van a vivir?

Pregunta complicada, me cuesta mucho contar sin soltar algún spoiler. En la novela habrá dos historias de amor, ambas son ideales. Una es de completo amor verdadero y en la otra prima el cariño pero no el amor por una de las partes.

Una escena para abrir boca...

Él la besó con una pasión arrolladora, capaz de derretir el más antiguo de los glaciares. Sus manos recorrieron las curvas de su mujer, haciendo que ésta arqueara su cuerpo como una contorsionista. Reptando con gran astucia se colocó sobre Carla y la penetró con una delicadeza extrema, como si temiera que su niña de porcelana se rompiera en pedazos.
Hicieron el amor como jamás lo habían hecho, de la manera más dulce que se podría imaginar.


¡¡Feliz Lectura!!



martes, 7 de octubre de 2014

Megan Maxwell nos presenta "Siempre te encontraré"



No te pierdas Siempre te encontraré, de Megan Maxwell, tercer volumen de la saga «Las guerreras Maxwell»

El laird Kieran O’Hara y sus guerreros son atacados por unos villanos mientras pernoctan en el bosque cercano al castillo de Caerlaveroch, pero una misteriosa banda
de encapuchados, liderados por una mujer a la que los aldeanos llaman «Hada», consigue salvarlos.

Angela es la menor de las hijas del laird Kubrat Ferguson. Todo el mundo cree que es una muchacha débil, temerosa de los caballos y que tiembla ante el acero. Cuando Kieran
la conoce, la actitud tímida de la joven, su torpeza y su sentido del pudor ante su caballerosidad y galantería llaman su atención, sin saber que aquélla es la encapuchada a la que anda buscando.

Juntos conseguirán desenmascarar al codicioso cuñado de Angela, Cedric Steward, quien ha tramado un plan terrible que cambiará para siempre el futuro de los habitantes del castillo de Caerlaveroch. 

Una historia vibrante, con unos personajes que te enamorarán y te harán sonreír mientras disfrutas de sus andanzas por las Highlands escocesas.

Datos del Libro

Título: Siempre te encontraré
Autora: Megan Maxwell
Editorial: Esencia (Grupo Planeta)
Serie: 3º Las Guerreras Maxwell
ISBN: 978-84-08-13238-7
Fecha publicación: 7 de octubre de 2014
Género: Romance Histórico Highlanders-Medieval
Formato: Rustica 14,5 x 21,5 cm.
Páginas: 496
Precio: 17,90

Hoy, 7 de octubre, sale a la venta el tercer libro de la saga de las Guerreras Maxwell. Después de "Deseo Concedido" y de "Desde donde se domine la Llanura" llega "Siempre te encontraré", pero vamos a dejar que sea Megan quien nos hable de su nueva aventura...

¿Qué nos vamos a encontrar al leer "Siempre te encontraré"? 

En ella vais a encontrar al highlanders que enamoró a muchas guerreras llamado Kieran O´Hara. Y por supuesto una bonita historia de amor. Además de que volveréis a reencontraros con personajes de esta saga a los que tenéis mucho cariño.

¿Te has tenido que documentar al escribir esta saga histórica?

No. En esta no ha sido necesario pues la documentación ya la tenía de las primeras novelas. Cuando empecé la saga con Deseo Concedido si me documente para reflejar lo mejor posible la forma de vida y las costumbres de los highlanders de esa época medieval, espero haber conseguido transportaros a esos escenarios y que hayáis disfrutado.

Me presentas a tus personajes... 

Kieran O´Hara. Es un valeroso y guapo guerrero de las Highlands. Un hombre curtido en batallas y acostumbrado a que las mujeres, gracias a su sonrisa y a sus ojos caigan rendidas a sus pies.

Angela Ferguson. Es la pequeña de tres hermanas y la que le prometió a su madre que cuidaría de su familia antes de morir. Ella es fuerte, testaruda y guerrera, aunque ante los suyos se hace ver como débil, llorona y torpe. Nadie imagina que en su interior hay una guerrera capaz de enfrentarse a quién se le ponga delante.

¿Qué tipo de relación de amor van a vivir?

Una relación complicada, pero al tiempo divertida y pasional. Sin duda Kieran tiene mucho sentido del humor y Ángela no se queda atrás.

Aquí un pequeño regalito para haceros la boca agua...

—No subestimes el poder de una mujer con un acero en la mano. Sin duda te sorprendería, laird O’Hara.
Esa advertencia lo hizo detenerse. Conocía a mujeres como Megan o Gillian que, con un arma en la mano, eran tan fieras como sus esposos, y contestó:
—De acuerdo, me has convencido. No me moveré.
—Sabia elección.
—Pero a cambio, me gustaría ver tu rostro para poder darte las gracias por lo que hiciste por mí y por mis hombres.
Ella se movió y dijo:
—Las gracias me las puedes dar sin ver mi rostro, ¿no crees?
 Sin embargo, deseoso de contemplarla, insistió:
—Por supuesto, pero…
—No insistas.
Kieran, acostumbrado a que las mujeres cayeran en sus brazos tras decirles dos lindezas, lo probó con ella:
—Si tu rostro es tan bonito como tu voz, debes de ser una preciosa mujer. 
—Adulador, zalamero, halagador... Vaya… vaya…
Sin dejarse vencer por su reticencia, él continuó:
—Valerosa, enigmática, graciosa… Déjame verte.
Al oírlo, Angela bajó la espada. Nunca un hombre había osado hablarle con tanta dulzura, pero sin moverse de su sitio, respondió:
—Quizá lleve la capucha precisamente por lo fea y deforme que soy, ¿no crees?

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¡¡Feliz Lectura!!