
Es mi autora preferida y creo que es porque fue gracias a sus novelas que me aficioné a la literatura romántica histórica y siempre es para mí una delicia leerla, creo que amo especialmente el género histórico gracias a ella, por algo no es casualidad que sea una de las autoras más famosas del mundo en este género literario.
Johanna Lindsey tiene publicadas una cincuentena de novelas. Siempre escribió novelas románticas históricas, eso sí, la variedad de los subgéneros era total, tocó todos; el Salvaje Oeste Americano, la Regencia Inglesa, el mundo de los Vikingos, la Inglaterra Medieval, los Highlanders, el género Paranormal, ¡si hasta tiene una Trilogía Futurista! Estaba claro que su imaginación no tenía límite a la hora de crear maravillosas historias, era una maga capaz de meterse en cualquier época y trama de forma magistral.
También era bastante aficionada a escribir bilogías, trilogías o series relacionadas, la más conocida quizá son los famosos miembros de la familia Malory, pero tiene otras muy destacables que son buenísimas, quizá no tan populares, pero que son verdaderas joyas, como esta de las que os hablo hoy; la bilogía Cardinia.
Y por favor, no hagáis caso de las portadas, son de las ediciones antiguas y la verdad, las portadas son feotas (no sé en qué piensan las editoriales al hacer algunas portadas) pero las historias que nos cuentan son fantásticamente buenas, ojalá las reeditasen con un buen formato y portadas apropiadas y acordes a las historias, y fijaos que digo adecuadas, pues en las reediciones que ha habido hasta este momento, el tema de las portadas no ha mejorado demasiado, casi diría lo contrario.
Bueno, no me enrollo, ya os cuento un poco de qué va esta fantástica bilogía y os aviso que pongo algunas escenas de los libros, si no eres de las que te gustan leer pequeños adelantos avisada quedas... pero no os preocupéis, no desvelo nada muy importante, sino la relación de las parejas y el por qué de la situación que tienen que afrontar.
La bilogía está ambientada en un reino ficticio de la Europa Oriental llamado Cardinia. Los protagonistas masculinos son altivos y orgullosos y las féminas... pues igual, no se quedan atrás en carácter para nada. Es una serie con príncipes y princesas, con nobles más que guapos, muchas aventuras, secuestros, falsos compromisos y sobre todo mucho mucho humor, es de las más divertidas que he leído de Lindsey...
Os pongo un poco en antecedentes... Cardinia tenía una familia real; los Janacek. Una noche, los Stamboloff, otra familia de la nobleza, asesinaron a toda la familia real menos a la hija pequeña, Tatiana, que se salvó porque no estaba en su cuna. El nuevo rey, Sandor Barany, buscando poner a salvo a la princesa la manda a América al cargo de la baronesa Tomilova, manteniendo el secreto de que la pequeña sigue viva, para así protegerla hasta que el último Stamboloff fuese encontrado y eliminado. Su pretensión es que allí, bajo la tutela de la baronesa, se eduque como la princesa que es y cuando sea mayor, y ya no haya peligro, vuelva para casarse con su hijo Stefan, pues ambas familias habían arreglado hacía tiempo ese compromiso. Pasados los años, el rey manda a su hijo Stefan a buscar a su prometida... Lo que ocurre es que no todo sale como era de esperar...
1991. Once a princess (Había una vez una princesa)
Sinopsis:
1835. Tanya, una hermosa y exótica joven, trabaja como sirvienta en una taberna de Mississippi. Allí llegará el príncipe Stefan Barany, el cual, junto a sus hombres, tratará de secuestrarla. Ella ignora su sangre real, no sabe que es la princesa Tatiana Janacek, nacida en una lejana región de Europa Oriental. El príncipe Stefan intenta devolverla al trono y casarse con ella.
¡¡¡Me encanta esta novela!!! la he leído miles de veces y no me canso.
Esta serie está ambientada en 1835... En esos días el rey de Cardinia, Sandor Barany, está enfermo y a abdicado a favor de su hijo Stefan, es entonces cuando lo llama para encargarle una importante misión.
Os cuento que Stefan es un hombre de fuerte carácter y temperamento, con demasiada energía. Y pasa que, como futuro rey, ninguno de sus hombres quiere ejercitarse a fondo con él, así que quema ese fuego interno haciéndole el amor a su amante de turno como si le fuese la vida en ello. Cuando su padre lo llama y le explica la misión no está, digamos, muy contento, pero aun así decide cumplir el deseo de su padre.
<<-Es mi último deseo, mí última voluntad si quieres, que cumplas con el compromiso asumido el día en que nació Tatiana Janacek. Su padre era nuestro rey y era su deseo y decretó que tú gobernaras como su esposo. Podría haber elegido entre las muchas casas reales de Europa, pero eligió a mi hijo. Fue un enorme honor...
—Un honor que habría sido negado si hubiera nacido otro hijo Janacek.
—¿Cuándo los Stamboloff habían jurado eliminar a toda su familia? Y en pocos meses lo hicieron. Mataron a todos excepto a la niña que yo escondí fuera del país. Lo que me sorprende es que nadie nunca insinuara que yo tenía más que ganar que los Stamboloff. Con las muertes de los Janacek yo gané el trono.
—Su feudo era legendario.
Tú no participabas en él.
—Sea como fuere, el último
Stamboloff fue finalmente encontrado y eliminado. Después de mucho tiempo, la
princesa puede sentirse segura de regresar a su tierra y sentarse en el trono
que es suyo por derecho desde el nacimiento.
—Ella perdió ese derecho,
padre. Nadie quería una reina joven, sobre todo si casi no tenía ninguna
posibilidad de sobrevivir a las balas de un asesino. Y aunque esté viva, tú fuiste
declarado rey. Y si ahora llegara a regresar ya no tiene derecho de reclamar
la corona.
—Excepto a través de ti
—Sandor le recordó suavemente—. Las circunstancias te han hecho rey en lugar de
consorte. Ya no debes gobernar a través de ella. Pero ella pertenece a la
verdadera familia real y tus hijos son los únicos que se pueden beneficiar.
—Nuestra familia es tan
real como...
—Es cierto, pero en forma
indirecta. Dios mío, once Janacek tuvieron que morir antes de que yo fuera el
próximo en la línea al trono. ¡Once! La corona nunca debió ser mía. Tampoco la
codiciaba, maldita como estaba. Pero fue mía y ahora es tuya y tú, mi hijo,
eres el último eslabón de la línea real, tú y esa Janacek que logró sobrevivir.
De modo que sea cual fuere la razón caprichosa que tienes en la cabeza para no
quererla, la ignorarás y cumplirás mi último deseo. Irás a las Américas, donde
la baronesa Tomilova la crio. La traerás a casa y te casarás con ella, con toda
la pompa y circunstancia que merece una boda real. Y, si Dios quiere, yo viviré
lo suficiente como para verla concretada.>>
La cuestión es que la pobre baronesa que escapó con la niña murió al poco tiempo de llegar a América de unas fiebres dejando desamparada a la pequeña, pero niña fue "acogida" por la mujer de Dobbs, un odioso tabernero del Mississippi, y es ahí donde Tania (se confunden y cambian el nombre) se cría, sin tener la más mínima idea de ser una princesa. Ya de adulta ella solo sueña con ser independiente, con ser libre y su propia dueña. Desea más que nada heredar la taberna tras la muerte de Dobbs, que está enfermo y le prometió que ella sería su heredera, para poder vivir su vida a su manera sin depender de nadie... su sueño que parece a punto de cumplirse.
<<Dobbs la tentó por
primera vez con la posesión de El Harén. Pero la promesa de que iba a dejarle
la taberna a ella sólo fue eso, una promesa, hasta su enfermedad. Luego ella
insistió en que él dejara sentada la promesa por escrito, en un papel precioso
que tenía escondido debajo de una de las tablas del piso de su habitación. El
Harén era todo suyo ahora y podía hacer lo que quisiera. Ciertamente que la
extenuaba y le causaba un dolor de cabeza tras otro, pero representaba
independencia, paz y total control. Al menos eso sucedería pronto. Tendría las
cosas que nunca antes había tenido y que ahora anhelaba con pasión. Para
hacerse de ellas, solo tenía que cuidar de Dobbs durante los días que le
quedaban>>.
Además, Tania es una mujer muy bella, pero con la intención de desalentar a los parroquianos de la taberna que empezaron a molestarla conforme se hacía mayor, aprendió a usar el maquillaje para afear su aspecto, eso junto all cuchillo que siempre lleva encima los mantiene a raya.
<<...era una
muchacha que no llamaba la atención, ya que había aprendido desde muy pequeña,
a ocultar su delicadeza y sus rasgos de finura debajo de un aspecto de cierta
severidad, monotonía y una extrema flacura que lograba con maquillaje de teatro
y, por qué no, gracias a un cansancio real>>.
Por otro lado, Stefan que, a pesar de su fuerte temperamento, cumple con los deseos de su padre y parte con sus hombres de confianza; Lazar, Serge y su primo Vasili a América. Pero no están preparados para lo que descubren, ni para el coraje de Tania... para empezar encontrar a la princesa es una odisea ya que había desaparecido, y cuando por fin la descubren en la taberna creen que es una prostituta, pero lo más difícil es convencerla que ella es Tatiana Janacek, una princesa y ¡¡la prometida del rey!! decirle eso es todavía peor... ella no cree nada de estos forasteros que no dicen más que tonterías, pero la princesa tiene una marca distintiva en su nalga...
<<—Estamos seguros
de su identidad, señorita. La marca que le probará esta identidad tendría que
estar en su parte posterior en la nalga izquierda. Sin duda será necesario un
espejo para que pueda examinarla. Vaya y hágalo de inmediato, pero hágalo con
cuidado de modo que pueda regresar y describirnos la marca.
—¿Y si no lo hago?
—Tal vez se ofenda cuando
seamos nosotros los que busquemos la marca, usted comprenderá, para poner fin a
cualquier duda.
Se estaba dando cuenta
rápidamente de que ese hombre podía ser tan cruel como Vasili en sus
comentarios. Tenía las mejillas encendidas.
—Bastardo —siseó, pero lo
único que hizo Stefan fue arquear una ceja demostrándole lo poco que le
preocupaba que lo hubiera insultado... una vez más—. ¿Qué pasa si la marca está
allí?
—Entonces regresará con
nosotros a Cardinia.
—¿Dónde queda eso?
—Es un pequeño país en
Europa del Este. Es el lugar donde nació, Tatiana Janacek.
Un nombre. ¿El suyo? Dios,
esto se estaba volviendo real nuevamente. Sus esperanzas volvían a aumentar
otra vez.
—¿Por eso están aquí?
—Sí.
—¿Entonces tengo una
familia allí? ¿Los enviaron para encontrarme?
—No —su tono se suavizó
por el momento—. Lamentablemente, usted es la última de su linaje.
Arriba y abajo. Así se
movían sus esperanzas. ¿Por qué se dejaba seducir por las posibilidades? Muy
bien, no había una familia. Pero si un nombre, una historia... si ellos
estuvieran diciendo la verdad... y si ella tuviera la marca...
—Si no me queda familia
entonces ¿por qué se preocuparon en buscarme?
—Esas preguntas no tiene
ningún sentido, señorita, hasta que no nos demuestre a todos e incluso a usted
misma que tiene la marca que asegura que es una Janacek.
—No me importa lo inútiles
que pueden encontrar mis preguntas. No me voy a mover hasta saber la verdadera
razón por la que están aquí.
Stefan se le acercó con un
paso amenazador. Pero Tanya no se inmutó.
—Por ninguna otra razón
que para recogerla y llevarla... —le gruñó.
—¿Por qué?
—¡Para su boda!
—¡¿Mi qué?!
—Va a casarse con el nuevo
rey de Cardinia.>>
Pero igualmente, con o sin marca, ella cree que la quieren secuestrar y se niega a ir con ellos. Desde ese momento la lucha será constante entre Stefan y Tania, ya que a los hombres no es queda más remedio, ya que parece que por las buenas no podrá ser, que secuestrarla... pero no cuentan con el coraje de la chica que se les escapa varias veces, ella es tremenda, valiente y decidida... es muy divertido ver como estos dos se retan constantemente, y como ella se les escapa cada dos por tres... Os recomiendo muchísimo esta novela, yo disfruté con las aventuras de esta pareja. Es una historia muy tierna y divertida.
1994: You belong to me (Tú me perteneces / Me perteneces)
El segundo libro de la serie está publicado con dos títulos, en algunas ediciones es "Tú me perteneces" y en otras solo esta como "Me perteneces", no tengo claro porque es así, pero no es el único título de Johanna Lindsey en el que pasa esto de tener títulos distintos según la edición.
Sinopsis:
Rusia, 1836. No existía en el mundo un hombre capaz de domar a Alexandra Rubliov, una fogosa y bonita librepensadora que, con su resuelta negativa a casarse, había logrado frustrar a su desventurado padre. Por tal motivo éste falsifica un acuerdo matrimonial y despide a Alexandra afirmando falsamente que desde la infancia estaba prometida al apuesto e insufrible Vasili Petroff, un libertino a quien ahora ella debe acompañar a su tierra natal para contraer matrimonio.
Consternado al encontrarse de pronto comprometido, el conde Vasili Petroff tiene planeado repudiar a su indeseable prometida y comportarse groseramente con ella, con el fin que esta ponga fin a dicho compromiso, ignorante de que ella tiene la intención de seguir un camino similar. Pero la senda de la impostura está sembrada de piedras y sus vueltas inesperadas pueden conducirlos a un destino que no habían previsto: el territorio del amor apasionado.
Casi podría deciros que esta historia me gustó incluso más todavía que la anterior... es fantástica. La trama empieza por culpa de dos padres bastante desesperados...
Constantin Rubliov, el padre de Alexandra ya no sabe qué hacer, pues su independiente hija menor no quiere casarse, se cree enamorada de un diplomático inglés con el que mantiene correspondencia desde hace siete años, y solo se preocupa por sus "bebés" es decir, la crianza de sus espectaculares caballos purasangre. Está tan desesperado como para inventarse un compromiso falso...
<<–He conseguido
esposo para Alexandra.
(...) –¡No me digas que, a
estas alturas, todavía crees poder insistir! Caramba, querido, bien sabes que
no sirve de nada hablar con esta hija tuya. Es más terca que tú, por si no te
has dado cuenta. Harías volar el techo con tus gritos y acabarías cediendo,
como siempre.
Él volvió a menear la
cabeza, con más cara de angustia que nunca. Seguía muy enrojecido y sin mirarla
a los ojos. Obviamente, se ahogaba en remordimientos. Ya con miedo, ella
repitió la pregunta:
– ¿Qué has hecho, hombre?
Él bajó tanto la cabeza
que su respuesta fue apenas audible:
–He dejado a mi hija sin
alternativa.
Anna descartó la
posibilidad con un gesto de la mano.
–Siempre hay alternativas.
–No, porque he involucrado
el honor de la familia, lo único que ella no puede pasar por alto. Cuanto
menos, ella creerá que está involucrado.
– ¡Qué quieres decir!
–Que he sacrificado mi
propia honra, mi integridad, mis principios, la ética, la honestidad...
– ¿Qué has hecho por Dios?
(...) Se lo veía tan
desgraciado, tan absolutamente angustiado por la culpa, que Anna lanzó una
pequeña exclamación y le rodeo el cuello con los brazos.
–No puede ser tan terrible
–le susurró al oído, hazaña nada fácil, puesto que él la sobrepasaba en treinta
centímetros–. Dímelo.
–He arreglado un
compromiso.>>
Algo parecido le pasa a la madre de Vasili, la condesa María Petroff, su hijo es un "bala perdida" demasiado guapo para su bien, tiene todas las mujeres que puede desear y su libertad, así que repele cualquier mención del matrimonio, pero ella cree que es importante que se case pues debe continuar el linaje, pero no hay forma... hasta ahora...
<<–Bueno, madre,
veamos: ¿qué es lo que te alegra de un modo tan repugnante?
–Esta misma semana tendrás
que partir hacia Rusia.
– ¿Es eso lo que tanto te
complace?
Ella asintió; su sonrisa
se había vuelto decididamente gozosa.
–Sin duda, porque irás por
tu novia.
Vasili quedó petrificado;
lo único que pudo responder a esa alarmante declaración fue:
–Yo no soy Stefan, madre.
Él tuvo que ir por su prometida. Yo, gracias a Dios, no la tengo.
–Ahora, sí.>>
Jugándose sabiamente la carta del honor familiar la condesa se sale con la suya, pues le dice a su hijo que ese matrimonio fue algo que pactó con Constantin Rubliov su difunto y querido padre, así que a Vasili no le queda otra que ir en busca de su "prometida" para acompañarla a la capital donde se celebrará la boda. Vasili va con la intención de convencerla para que sea ella quién rompa el compromiso, lo malo es que ella pretende lo mismo de él, quiere que sea él quien la rechace y así no faltar al honor del pacto.
Cuando Alex acude a ver a su padre y se entera de ese acuerdo olvidado se enfada muchísimo... al momento empieza a planear como deshacerse del incordio de su prometido...
<<–No has hecho
nada, Alexandra. Pero lo que vas a hacer es casarte, posiblemente dentro de
pocos días. Tu prometido llegará en menos de dos horas. Te agradecería que lo
recibieras con tus mejores...
–No hace falta que digas
más, papá. No sé qué has prometido a ese hombre para que se case conmigo, pero
puedes dárselo enseguida para que vuelva por donde ha venido. Mi posición no ha
cambiado desde la última vez que tocamos el tema.
No había levantado la voz;
ni siquiera parecía fastidiada. Claro que aún no había captado en toda su
importancia lo que él acababa de decir. Constantin no solía mentirle; ni
siquiera recordaba haberlo hecho alguna vez. Y la perspectiva de hacerlo ahora
le enrojeció las mejillas. Por suerte, ella lo interpretó como uno de tantos arrebatos
coléricos.
–Esto no tiene nada que
ver con nuestra última discusión sobre el matrimonio –le dijo–. Se trata de un
pacto matrimonial que Simeón Petroff y yo firmamos hace quince años, antes de
su muerte. Es un contrato ineludible, Alexandra. Te compromete a casarte con el
hijo de Simeón, el conde Vasili Petroff.
Ella se puso de pie para
inclinarse hacia el escritorio, tan enrojecida como su padre. No cabían dudas
de que su rubor era de cólera.
– ¡Dime que es mentira!
(...) –Bien, ¿y cuándo te
escribió? –quiso saber.
Era la pregunta que él
temía y que habría preferido no responder. Ahora toda la ira de Alexandra
caería directamente sobre su cabeza, pues era imposible mentir: ella sabría la
verdad por el conde Petroff.
–No fue él quien escribió.
– ¡Lo hiciste tú!
–No me dejaste alternativa
–objetó él, a la defensiva–. Tienes veinticinco años y sigues sin marido. Si
hubieras hecho el menor esfuerzo por solucionar eso...
– ¡No necesito marido!
(...) No aceptaría por
esposo a un perfecto desconocido. Los pactos matrimoniales eran arcaicos. El
hecho de que su padre hubiera firmado uno en su nombre no era simplemente
intolerable, sino escandaloso. Trató de moderar su tono, pero lo consiguió a
duras penas.
–Cuando llegue ese hombre,
suplícale todo lo que quieras, pero deshazte de él. Puedes regalarle a ‘Orgullo
del Sultán’, para compensarlo por las molestias del viaje.
Eso logró impresionarlo.
– ¿Te desprenderías de tu
mejor semental?
– ¿Comienzas a entender
que no quiero casarme con un extraño? –Contraatacó ella, aunque las palabras se
le atascaban en la garganta. Había criado a Orgullo del Sultán desde que era un
potrillo, y lo amaba con pasión.
–Cuando lo conozcas dejará
de ser un extraño, Alexandra. Por Dios, mujer, el hijo de Simeón es primo del
rey Stefan de Cardinia. ¿No te das cuenta de que es un excelente partido?
– ¿Se supone que eso debe
importarme?
Constantin se puso de pie
para mirarla de frente por encima del escritorio.
–Sí, y a mí me importa,
desde luego. Además, estás ignorando deliberadamente el hecho de que un pacto
matrimonial es tan sagrado como el casamiento mismo. Este fue firmado de buena
fe, con las mejores intenciones; Simeón y yo hicimos un juramento. Y después de
tantos años, hija mía, Vasili Petroff sigue soltero. Tú también estás soltera.
A conciencia, ya no podemos seguir demorando las nupcias.
– ¡Por lo menos, podrías
pedirle que anulara ese maldito contrato! –exclamó ella.
–Dale al menos una oportunidad.
Viene para casarse contigo, honrando la palabra de su padre. ¿Qué menos puedes
hacer tú?
– ¡Honrar! –Balbuceó
ella–. ¿Vas a convertir esto en una cuestión de honor?>>
Ninguno de los dos quiere ceder ante el otro, por el honor familiar, y nada más verse ya empiezan con mal pie ¡cómo no! Además, como no está por la labor de conocer a su novia él tarda más de la cuenta en llegar a buscarla, pues ha retrasado todo lo posible el viaje, así que cuando llega por fin, el invierno está a las puertas y para no quedar atascados en las montañas hasta la primavera, se ven obligados a partir al día siguiente de la llegada de Vasili, pues él quiere que la boda sea en la capital. Además, durante el viaje, pretende desalentar a la novia para que cancele el compromiso... la cuestión es que ella desea lo mismo y ambos se comportan de forma horrorosamente ofensiva con el otro ¿Quién ganará?
<<–Para responder a
su pregunta, ahora me toca decirle que estoy de su lado. Yo tampoco tengo
ningún deseo de casarme. Por lo tanto, si usted se digna informar a su padre de
que no me acepta, mañana mismo podré ponerme en marcha sin llevarla conmigo. De
ese modo no tendrá que pasarse la noche en vela por preparar el equipaje.
– ¿Pretende que sea yo
quien rompa el compromiso?
–Claro que sí –replicó él,
en tono de superioridad–. Las mujeres tienen fama de ser volubles.
–Eso no lo sé. Pero en
este caso existe una cuestión de honor y un juramento que tienen mucho peso
para mí, por mucho que lo lamente. Por ende, tendrá que ser usted quien pase
por voluble rechazando el contrato. Le agradecería que se encargara de eso
antes de obligarme a malgastar el tiempo viajando hasta Cardinia.
–Imposible –replicó él,
sin poder disimular más su exasperación–. Haga el favor de decir a su padre que
no me quiere. ¿Qué puede costarle eso?
–Ya se lo he dicho,
grandísimo tonto, y es obvio que no ha servido de nada. Pero también he dado mi
palabra de casarme con usted... si no me rechazaba. –Alex suspiró. Enredarse en
una pelea a gritos con ese hombre no serviría de nada. Se obligó a emplear un
tono más razonable–. Escúcheme, conde Petroff: ya que estamos siendo sinceros y
sabemos que ninguno de nosotros quiere casarse, ¿por qué no utiliza la excusa más
obvia? Bastará con que diga a mi padre que yo no soy la esposa adecuada.
–Excelente idea, aunque no
me gusta mentir. Por desgracia, usted es baronesa y, por lo tanto, muy
adecuada. El hecho de que yo no quiera casarme con usted ni con nadie no
justifica que no respete los deseos de mi padre. Al menos, eso asegura mi
madre.
Ella le arrojó bien una
mirada de disgusto.
– ¿Y usted permite que su
madre dirija su vida?
Con eso logró herirlo. El
conde bramó, enrojecido:
– ¡Tal como usted permite
que su padre dirija la suya! >>
Al final, sin ceder ninguno, la pareja y todo el séquito de Vasili, más los amigos cosacos de Alex, parten hacia Cardinia, debo confesar que la escena cuando emprenden la marcha me rompió un poquito el corazón, aunque entendí perfectamente el enfado de Alex, yo por supuesto me pongo de su lado, que tu propio padre le haga esto es muy duro para ella, así que se va sin despedirse siquiera de su progenitor, ahí me cayó alguna lagrimita.
En fin, tienen por delante un mes de viaje donde les pasará de todo, y ya sabéis que dicen; del odio al amor... es un viaje muy entretenido, se odian, se incordian, se provocan, pero ninguno cede. Ella se comportará con los peores modales posibles para que él vea imposible un enlace... es muy divertido.
<<–No, pienso fingir
muchísimo –corrigió Alexandra, entusiasmándose con la idea–. Seguramente me ha
tomado por una provinciana, pero me convertiré en la peor provinciana que haya
encontrado en su vida. Seré grosera, vulgar, mal educada, un verdadero bochorno
para él, hasta que se horrorice ante la sola idea de presentarme a sus
parientes y amigos. No tardará en decirse que su mismo padre habría roto el
compromiso si me hubiese conocido.
–Eso parece divertido
–sonrió la amiga.
– ¿Me acompañas?
– ¿Acaso pensabas dejarme
aquí?
Alexandra la abrazó, riendo.
–Bastará una semana para
que me envíe de regreso...>>
En serio que esta novela es memorable, sería fantástica verla adaptada en una serie o película de televisión. Os lo recomiendo muchísimo.
Estos libros solo están en tdas. de segunda mano, así los conseguí yo, gracias a la Paradeta Romántica, pero alguna vez los vi en alguna Re-Read también. Antes de conseguirlos en papel, ya los había leído en digital, pues también los tengo en ese formato, y os repito; son fabulosos, lástima que estén descatalogados porque es una de las mejores series de Johanna Lindsey. Si tenéis oportunidad, no os los perdáis ;)
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