Una mujer a la busqueda del deseado equilibrio entre el cuerpo y el espíritu
Después de un divorcio traumático seguido de un desengaño amoroso y en plena crisis emocional y espiritual, Elizabeth Gilbert decide empezar de nuevo y emprende un largo viaje para reencontrarse a sí misma.
Lúcida y valiente novela autobiográfica, Come, reza, ama nos cuenta lo que ocurre cuando decidimos ser artífices de nuestra felicidad.
Hoy vuelvo con un libro que no está catalogado como romántico, es autobiográfico pero se queda a camino de ser considerado de autoayuda. Esto lo digo por la cantidad de personas que me habían comentado como les había ayudado la historia de esta chica.
Antes de meterme de lleno en la reseña, me gustaría decir que, aunque me ha gustado bastante, me parece un poco irreal que todo lo que cuenta la autora. Para aclarar un poco más, es imposible, a mi manera de ver, que cuando huyes de tu realidad diaria para encontrar tu yo más personal, con una mochila llena de complejos e inseguridades, tengas un viaje tan espectacular y conozcas a tanta gente buena. Decir también que no había visto la película antes de leer el libro; una vez terminado sí me decidí a darle una oportunidad y aunque como suele suceder, se deja muchos detalles atrás, es bastante fiel al argumento. Es un film fácil de ver y seguir, si no la habéis visto dadle una oportunidad.
Y dicho todo esto os estaréis preguntando, pero ¿el libro de que va? Pues básicamente de la vida de Liz. Del año sabático que decide tomarse para encontrarse a sí misma. Para esto decide dividir su año en tres y viajar a tres destinos diferentes. Primero Italia, después India y terminar en Bali. Es por esto que el libro está dividido en tres partes y cada parte tiene exactamente 36 capítulos. Lo que hacen un total de 108, para hacer referencia a un japa malas (collar que usan los hindús y budistas en sus meditaciones por el cual se repite un mantra siguiendo las cuentas del collar).
Elisabeth Gilbert o Liz como todos la llaman es una mujer que no encuentra su lugar en el mundo. Escritora de profesión parece tener todo lo que necesita en la vida. Un trabajo que le gusta, grandes amigos y un marido que la adora. Pero no es feliz. Es cuando se da cuenta que no quiere seguir casada cuando empieza su declive. Para ser breves: su marido no lo pone fácil para el divorcio y la hace sentir culpable (algo que si leéis el libro os daréis cuenta que encanta a la protagonista). Empieza una relación que está destinada al fracaso total desde el minuto uno por mucho que no lo quieran ver ninguno de los dos; lo que hace que el grado de ansiedad y dependencia emocional de Liz se dispare.
Así, con una depresión encima y muchos kilos de menos decide la autora embarcarse en una experiencia vital. Y ¿por qué hace esto? Para esto nos remontamos al principio del libro. Además de escritora Liz colabora con una revista que la envía a destinos por todo el mundo con tal de que ofrezca su punto de vista del lugar. En un reportaje sobre Bali conoce a un sabio curandero llamado Ketut Liyer. Este le lee la mano y presagia que tendrá dos matrimonios, que lo perderá todo pero que lo recuperará pronto y que volverá a Bali para pasar un tiempo con él y le enseñará inglés. Es por esto que, una vez decide que debe irse, todo el universo gira para confabularse con ella.
Primero quiere ir a Italia para aprender italiano simplemente porque le parece un idioma precioso. Pretende hacer algo para y por ella misma sin depender de nadie. Después a India para estar en un ashram donde practicar meditación (empieza a practicarla a través de David el novio post-matrimonio) y por último a Bali para reencontrarse con Ketut el curandero.
En Italia pasa tres meses en Roma, donde lo básico que hace por supuesto es aprender el idioma junto a amigos que va haciendo y disfrutar de la comida. Además ofrece la visión de casi todo el país ya que hace pequeñas escapadas donde describe por ejemplo Nápoles o Venecia. La verdad es que te dan ganas de coger una maleta e irte al igual que ella, dado que parece estar acompañada todo el tiempo de personas maravillosas que hacen que su estancia sea una cura de calma, que es lo que necesitaba. Tal vez por eso he echado en falta un poco de sinceridad porque en ningún momento hace constar el desasosiego de estar sola tan lejos de la que ha sido tú casa.
En India, es muy curioso ya que es una parte que se hace un poco más densa, se pasa media vida metida en la cueva de la meditación o recitando el gurugita (como unos versos/oración) Al principio lo pasa verdaderamente mal, ya que intentar parar una mente tan inquieta es difícil. Pero con práctica y ayuda, sobre todo de Richard el tejano (me ha encantado este personaje) por fin consigue hacer las paces consigo misma y con su cabeza. Aquí también ha brillado la ausencia de crítica hacia el lugar donde estaba. Sin despreciar a nada ni a nadie, ¿me dices que estés en India y no hablas de cucarachas como manos de grandes y de la más que probable descomposición por el cambio en hábitos alimentarios? En todo caso ya os digo que es la parte que se me ha hecho más “pesada”, aunque leyendo lo que consigue meditando te dan ganas de probar a ver que tal.
Y por último Bali. ¡Madre mía que paraíso! Consigue ponerse en contacto de nuevo con Ketut y este le enseña a meditar con la sonrisa para ser más feliz y acercarse a dios. Y allí, como no, hará nuevos amigos. Wayan por ejemplo es una curandera que la ayudará con una herida. A partir de aquí su relación se intensificará, hasta el grado de que Liz la ayudará para conseguir una vivienda (Wayan es divorciada y se ve que en Bali no está bien visto). Gracias a estos amigos conocerá a Felipe, el maravilloso Felipe. Un hombre maduro, con experiencia, que al igual que ella se abre al amor después de un divorcio. Y aunque su intención es no tener ataduras, su relación terminara siendo más sólida de lo que ambos esperan.
Como os he comentado no se trata de un libro romántico, a pesar de que tenga su parte de “amor”. Se trata de descubrir las vivencias de la autora y, si sois capaces de dejar de lado las críticas que os he ofrecido, merece la pena leer el libro, aunque sólo sea para dar un descanso a la lectura romántica en sí. Espero que os guste la reseña y que me digáis si habéis leído el libro o pensáis hacerlo en un futuro.
Hola!!
ResponderEliminarNo conocía el libro, pero pinta bastante bien.
Un saludo :)
Yo no he leído el libro, pero sí vi la película y, aunque está muy bien y es entretenida, sí creí que era algo fantasiosa. La autora ha decorado su biografía seguro, porque es imposible que lo dejes todo atrás, hagas un viaje así de intenso y todo, todo sea maravilloso. Y como bien dices, no hable de los bichos en la India o Bali o las diarreas por el cambio de agua o comidas, por decir algo. Seguro voy yo y mi biografía sería más traumática jajaja... Muy buena reseña ;)
ResponderEliminarMe gusta mucho la portada,la sinópsis, el vídeo y la reseña.
ResponderEliminarOjalá se realice un sorteo de un ejemplar este año.